lunes, 5 de octubre de 2009

Nueva historia! =P

Bueno, vengo aqui con la...gratitud de decirles que publicare en este espacio (proximamanete) una nuaeva historia, se que les gustara si son amantes de lo tragico, el amor, la cultura japonesa...y...mi tema preferido para escribir: el lemon (dicese tambien, hentai, sexo, escenas XXX) Ushi-Chan me dijo que si podia poner algo de eso aqui, pero como deseo que sea para un concurso...no tiene que estar tan fuerte asi que os espero proximiamamente por aqui. Por mientras os dejo el capitulo tres de Papa Shinobi. los dejo leer y espero los coments! (aguas con los mokos eh? bueno de hecho no se si los haga shorar ^^)

Anko suspiro, seguida de Kurenai, Asuma y Gai, Kioku se rebullo un poco en las piernas de Anko.
-Hatake Kakashi –anuncio una enfermera los cuatro alzaron las cabezas, Anko zarandeo un poco a Kioku.
-¿Cómo esta mi eterno rival? –pregunto Gai y Kioku se puso de pie.
-Bien, bueno, en lo que se puede decir –dijo la enfermera –tiene varias costillas rotas, una contusión en la cabeza y una severa herida causada por algún tipo de jutsu en la parte baja de la espalda, pero se recuperara.
-¿puedo pasar a ver a mi papi? –pregunto Kioku viendo a la enfermera con los ojitos llorosos.
-Claro, cariño… -respondió la enfermera con una cariñosa sonrisa –ustedes también pueden pasar.
Todos los jonin amigos del Ninja que Copia avanzaron en fila india hacia la habitación de Kakashi, Kioku temblaba ligeramente, tomada de la mano de Gai.
Kioku entro con miedo, su padre estaba conectado a muchas maquinas, incluido una respirador, la maquina que media el ritmo de su corazón lo hacia lento y pausadamente, ella derramo unas cuantas lagrimas mas y sollozo levemente, Anko le dio un leve empujo en la espalda.
-no pasa nada, amor –dijo Kakashi, girando la cabeza con dificultad hacia ella, para que no cayera la sabana que cubría su rostro, en vez de la mascara –ven…necesito tenerte cerca…
Kioku corrió hacia la cama de su padre, sin poder dejar de llorar y como pudo se sentó en la cama, abrazándolo, Kakashi gimió un poco.
-Cariño, cuidado –le dijo, jalando aire con fuerza, le dio un beso en la frente y le paso un brazo por los hombros.
-¿te duele?
-Algo, pero contigo aquí…todo mejora, tienes el efecto de tu madre –dijo el y Kioku soltó una risita, acompañada con un hipido –no te preocupes…
-no me dejes…no quiero estar sola –sollozo dándole unos ligero golpes en el cuello –te quiero mucho…
-Ey, ey, Kio, no me voy a ir a ningún lado –le dijo Kakashi, acariciándole el pelo -¿piensas que voy a dejar lo único bien que he hecho en toda mi vida?
Kakashi se le quedo viendo unos instantes, sintiendo como el nudo en su garganta crecía, jadeo para compensar eso y en eso carraspeo otra voz, eran sus compañeros de trabajo.
-err… Gai, ¿puedes llevar a Kioku afuera?
-claro, ven Kuku-Chan.
-no me hagas refunfuñar cuando estoy mal herido… -dijo Kakashi en un gruñido y los demás rieron.
Cuando Gai salio con Kioku, Anko, Kurenai y Asuma se acercaron a el, con aire escrutante y algo nerviosos.
-¿Qué ocurre? ¿Por qué sacaste a Kio-Chan? –le pregunto Anko, cruzándose de brazos y mirando al techo, sabia lo que le ocurriría si de por error se veía su rostro. Tres semanas en el hospital y ningún recuerdo de lo que había pasado.
-No creo que…pueda seguir cuidando de Kioku –dijo Kakashi con seriedad y los tres fruncieron el entrecejo –no quería decir esto enfrente de Gai ni de ella…pero…ser padre y un shinobi poderoso y odiado…no…no son congruentes una con la otra.
-¿Y vas a dejarla por eso? –Le pregunto Kurenai, con cada palabra cargada de odio –eso es demasiado irresponsable de tu parte, Kakashi.
-¿Piensas que la voy a dejar? –pregunto Kakashi, volteando a verla, incrédulo, la sabana resbalo un poco -¿Qué no escuchaste lo que dije, Kurenai?
-Kakashi, es obvio que nadie te entiende lo que quieres decir –intervino Asuma al ver que la portadora de los ojos rojos fruncía el entrecejo.
-Kioku necesita de alguien…
-¿y que nosotros estamos pintados, Hatake? –Le espeto Anko –sabes que la queremos como si fuera nuestra.
-De hecho ustedes están en la misma posición que yo, ustedes saben como lo que paso con el cuarto Hokage y su esposa… -suspiro –Kioku necesita una madre, que este siempre ahí para ella. En caso de que todos nosotros faltemos.
Los cuatro se quedaron en silencio por unos instantes y después Anko soltó una carcajada sonora, y Kakashi la miro, sin entender.
-¿y piensas conseguirle a quien? ¿A una civil a la que no ames? –dijo, agarrandose el estomago, desternillándose de risa.
-yo no necesito amarla, de hecho, será como una niñera, Kio tiene que quererla y con eso basta. –dijo seriamente.
-¿y vas a solicitar audiciones? –bromeo Asuma, también sonriendo –Kakashi, olvídate de eso, Kio siempre te va a tener a ti o a nosotros.
-Pero de todos modos, necesita de alguien… –dijo Kakashi con terquedad y moviendo negativamente con la cabeza.
-Kakashi, no lo digas como si planearas suicidarte –lo cortó Anko, olvidando por completo su risita alegre –y no seas tan terco. Si eso es lo que quieres lo haremos, pero no creo que Kio-Chan quiera a alguien mas que tu. Mejor…date unas vacaciones y pasa tiempo con ella, no se, váyanse al País del mar…
-Por lo mínimo tres shinobi intentan asesinarme en ese país –la interrumpió Kakashi.
-Bueno, no te vayas a ningún lado y punto, pero pasen más tiempo juntos. Aun recuerdo cuando era bebe –dijo Kurenai y soltó una risita tonta –una vez llegaste tarde a una junta que teníamos con Hokage-Sama y llegaste con Kioku…
-Dios, creo que Sandaime me hubiera asesinado de no ser por que le tiene mucho cariño a mi hija –dijo Kakashi, sonriendo levemente.
-¡pero cuando le vomito fue de lo mas genial! –exclamo Asuma y los tres soltaron la carcajada –no se como mi padre pudo ser tan pacifico con ella y con Konohamaru no.
-Kioku tiene el don de su madre de hacer que a cualquiera le agrade… -dijo Kakashi, tocándose las costillas que le dolían por la risa.
-si…y Rin mas a ti ¿ne? ¿ne? –le dijo Anko, dándole un ligero empujón en el hombro.
-Sobre todas las cosas –respondió el, sin dejar de sonreír.
-Kakashi…tu rostro –dijo Kurenai, al que se resbalara de plano la sabana y Anko se quedara como conejito lampareado –Dios…me pregunto si a Ku-Chan se le escapara como eres.
-Para todas su padre es como un príncipe.
-Pues tú serias un Dios –dijo Kurenai.
-¿ósea que tu ya conocías su rostro? –preguntaron Asuma y Anko a la vez.
-Dejemos que esa historia se vaya descubriendo poco a poco –dijo Kurenai y salio de la habitación.
Kakashi puso los ojos en blanco y Anko se despidió de el con un golpe en el hombro, haciendo que gritara de dolor.
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Etto… o.O’’
Jiji quedo algo raro, creo que ni las miles de sodas que me tome me sirvieron u.u
Bueno pero yo no soy la que decido si no ustedes, espero que los próximos capítulos me salgan bien.
Ustedes saben, Kioku no quiere a nadie más de madre que Sakura, Kurenai o Anko, ¿Kakashi que hará para complacer los deseos de su niña?
En otros capítulos Kioku descubrirá a su padre en una situación un tanto incomoda y le pone un reto a cambio de que no diga nada, ¿Qué es lo que estas planeando Kioku?
Mata ne!
Los quiere
Ushi-Marie-Chan (OjO Marie es la gatita de los Aristogatos y me gane ese nombre por un día llevar mi enorme moño rosa en mi cuello…todo por neko-Chan -.- (Temii-Chan-. KIIIIIIIILLLLLLLLLL)

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